Fallece el misionero vasco Pedro Arrambide: “La vida es como un coco, si no se abre se pudre”
El pasado viernes, día 10 de febrero, fallecía en San Sebastián el Hermano de La Salle Pedro Arrambide, a los 75 años de edad. Vinculado a la CONFER, en la década de los 90, como responsable del área de Misiones, abrió nuevos caminos para la cooperación con los pueblos empobrecidos, y preparó y publicó numerosos recursos para la sensibilización.
Según recuerdan desde Misiones Diocesanas Vascas, Pedro, entre otras muchas cosas dejó escrito: «Para mí la vida tiene sentido en la fe en Jesucristo. La gran recompensa es que uno encuentra su identidad y la felicidad en el servicio a los demás» y solía añadir: «La vida es como un coco, si no se abre se pudre».
La vida de Arrambide (Hondarribibia, 1941) estuvo marcada por su espíritu misionero que le condujo por las Misiones de Eritrea, Etiopía y Ecuador. Fue en esta época cuando colaboró con las Obras Misionales Pontificias en España, en la realización de los vídeos de las campañas del DOMUND, Infancia Misionera y Vocaciones Nativas. En estos documentales se reflejaba su amor a la misión y su respeto y cariño por cualquier persona a la que trataba. En los últimos tiempos vivió en la residencia que los hermanos de la Salle tienen en Irún.
Pedro Arrambide ingresó de joven en el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (La Salle). Del compromiso con los más empobrecidos hizo su vida. Quienes le conocieron bien destacan su gran capacidad para implicar a otras muchas personas en proyectos de ayuda, tanto con una presencia personal como con sus aportaciones económicas.
Durante siete años, en Roma, estuvo al frente del Servicio de Cooperación Lasaliana Internacional del Instituto de La Salle. En 1986, compaginando su servicio de la CONFER preparó y presentó a los superiores de La Salle una de sus intuiciones importantes, la creación de Proyde -la ONGD lasaliana Promoción y Desarrollo-, y logró su puesta en marcha. Además, se implicó personalmente en el mundo de los pobres y de las misiones en varias épocas de su vida, sobre todo en el Cuerno de África. De joven en Keren (Eritrea) y después de su servicio en la CONFER, durante once años, en Asmara y Hagaz (Eritrea).
Estando en Eritrea el Gobierno Vasco le concedió el Premio Cooperante Vasco 2006, galardón creado para reconocer y recompensar la labor de aquellas personas del País Vasco que se han distinguido por las actividades de solidaridad llevadas a cabo en países del Tercer Mundo.
En 2013 tuvo que regresar a su tierra por problemas de salud. En 2014 el ayuntamiento de su ciudad natal, Hondarribia, le rindió un sentido homenaje en «reconocimiento por su voluntariado, por su larga trayectoria dedicada a ayudar a los demás en diferentes lugares del mundo». En dicho acto Pedro escribió un discurso, leído por una sobrina suya, que puso en evidencia, una vez más, el contraste entre la sociedad opulenta de Occidente, en crisis y a la deriva, y la empobrecida África. Afirmó: “Muy pronto, África será el gran problema de Europa”. E invitó, siguiendo al Papa Francisco, a no dejarse vencer por el desánimo y a vivir la vida en actitud de encuentro, saliendo de nosotros mismos.
OMPRESS-SAN SEBASTIÁN (16-02-17)
Foto de archivo de 2014: Arrambide recibió el homenaje del Ayuntamiento
La entrada Fallece el misionero vasco Pedro Arrambide: “La vida es como un coco, si no se abre se pudre” aparece primero en Ecclesia Digital.